PODEMOS
Tender la mano al necesitado, víctima de la crisis
Atender al enfermo, aun a costa de la propia salud o de la vida
Aplaudir al valiente, infundirle confianza y animarlo en su tarea
Proteger y protegerse, utilizando en beneficio propio y de la comunidad cuantos medios sanitarios estén al alcance
Buscar soluciones para salvar la economía, desde la probidad y el respeto a la legalidad
Criticar y censurar a quien se sirve de la crisis para medrar a cualquier costa
Apoyar al dirigente que trata de servir, no de servirse
Respetar al adversario y unir voluntades, aunque ello conlleve necesarias cesiones
Asumir responsabilidades en el desarrollo de la misión encomendada
Recordar y honrar a quienes nos dejaron, en soledad muchas veces o puede que desde el más completo abandono
Respetar nuestras Instituciones y a quienes con dignidad las representan
Hacer de la honradez y la verdad principios irrenunciables
Tomar conciencia de nación y hacernos merecedores del respeto internacional
PERO NO PODEMOS
Ignorar el problema social y priorizar la propaganda política
Retraer o dificultar la obtención de material sanitario procurándose beneficios
Ser conformista o, peor aún, derrotista
Hacer del enfrentamiento la única forma de dialéctica
Provocar al oponente y luego tratar de convertirse en víctima propiciatoria
Utilizar la situación para medrar desde el poder o el amiguismo
Discriminar la atención sanitaria por razones de edad
Instrumentar políticamente a las víctimas
Tratar de diluir responsabilidades y buscar chivos expiatorios
Ignorar los principios -si alguna vez se tuvieron- con los que se consiguieron voluntades
Convertir la asamblea democrática en escenario de baladronadas, ofensas o disputas ‘callejeras’
Socavar las Instituciones que, para medrar personalmente, se prometió respetar
Reconocerse europeístas solo cuando se trata de solicitar ayudas u obtener bicocas personales
Maniobrar arteramente, disfrazando el totalitarismo de urgente necesidad de mando
Hacer de la subvención y de la dependencia instrumentos de chantaje
Utilizar la situación coyuntural para implementar subrepticiamente medidas estructurales
Hacer del ‘escudo social’ un instrumento demagógico y una forma de blindaje
La verdadera autoridad la otorgan los propios merecimientos. Quien la confunda con el autoritarismo y piense que aquella tiene precio y puede conseguirse con tretas arteras y pactos engañosos, al margen de cualquier principio y del interés general, que abandone su empeño y se vaya a explorar otro lugar donde sembrar odio y mentiras para cosechar prebendas.
Y, por favor, que cierre la puerta al salir.
ÁNGEL HERNÁNDEZ